El pasado domingo 21 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey, desde la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México, la Iglesia en América Latina y el Caribe dió inicio a su Primera Asamblea Eclesial, que se extenderá hasta el 28 de noviembre con una modalidad híbrida: presencial y virtual.
La Asamblea convocó a más de 1.000 participantes del continente: 200 obispos, 200 sacerdotes y diáconos, 200 religiosos y religiosas, 400 laicos y mujeres de diferentes orígenes, incluso personas que se encuentran en situaciones de exclusión que participarán de este acontecimiento eclesial.
En México - en la sede de Casa Lago, de la Conferencia Episcopal Mexicana- asistirá una pequeña porción de aproximadamente 80 asambleístas, mientras que el resto participará mediante plataformas digitales.
Además se habilitarán en las redes sociales de la Asamblea Eclesial y del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) actividades en las que el pueblo de Dios podrá participar con oraciones, eucaristías, rezos de rosario, serenata a la Virgen de Guadalupe, una vigilia y conversatorios con especialistas de la Iglesia en América Latina y el Caribe como del Vaticano.
“Todo empieza y acaba con el Pueblo de Dios”
Al preguntarle sobre la relación entre ambos acontecimientos, el presidente del Celam, monseñor Miguel Cabrejos afirmó en una entrevista que la escucha del pueblo de Dios como base de la metodología es uno de los puntos de encuentro entre el sínodo sobre la sinodalidad y la Asamblea Eclesial,
Desde la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México, sede de la Asamblea Eclesial, el prelado indicó que el Sínodo sobre la Sinodalidad, ampliará los procesos de escucha y discernimiento en todos los continentes; experiencia que en el caso de América Latina y el Caribe ya se viene adelantando en las 22 Conferencias Episcopales que integran el Celam.
Asimismo, indicó que se siguen las tres acciones claves propuestas por el papa Francisco, para lograr este objetivo: Escuchar, discernir y encontrarse para reflexionar juntos y descubrir en los retos pastorales oportunidades para anunciar a Cristo y su Evangelio en medio de las realidades que vive el hombre de este tiempo.
Monseñor Cabrejos afirmó que este momento es el más importante para la Iglesia en el continente desde los tiempos de Aparecida, pero también, probablemente, el primer gran acontecimiento eclesial de la era post Covid-19, precisamente en el continente que por varios aspectos estuvo más marcado por la pandemia.
La preparación de la Asamblea se desarrolló por varios meses y consistió en un proceso de escucha en profundidad, realizado en los distintos Países y diócesis. Un proceso en el que participaron unas 70 mil personas y el resultado fue un libro de 220 páginas, explicó.
El legado de Aparecida y la intuición del Papa
La Asamblea está estrechamente vinculada a la Quinta Conferencia General de Obispos Latinoamericanos de Aparecida, Brasil (2007). El prelado, señaló que tras la elección de la nueva presidencia, se consideró en la elaboración de una sexta Conferencia general.